jueves, 15 de diciembre de 2011

YOGA PARA NIÑOS-



  • El Yoga y los niños
    Hoy en día, sobre todo los niños que viven en la ciudad, con poca actividad física en la escuela, sentados en el salón de clase durante muchas horas y otras tantas en casa frente al televisor o la computadoras, ven afectada su salud y la posibilidad de un buen desarrollo físico y mental. Además, es un error común creer que los niños están libres de estrés. Por el contrario, todos los días se exponen a él al estar sometidos a la exigencia escolar y a la competencia con sus compañeros, además de los problemas y tensiones familiares y sociales que los rodean y que se traducen en miedos, agresividad y en variadas enfermedades.
    Increíblemente algunas estadísticas como las norteamericanas, hablan de que uno de cada tres niños en la actualidad sufre de depresión, y cada vez hay más niños obesos a raíz de lo cual aparecen en ellos trastornos cardíacos e hipertensión. Para contrarrestar estos males, la actividad física se hace imprescindible, pero sucede que algunos niños en lugar de disfrutar, sufren con la práctica de los deportes competitivos o en las clases de educación física ya que en ellas se pone en evidencia tanto su gordura como su torpeza.
    Por eso, a diferencia de otras actividades físicas, el yoga ofrece un ámbito en el cual no existe la competencia y cada niño prgresa según sus posibilidades y a su propio ritmo.Los nombres de las posturas ayudan a motivar la práctica y pueden servir además para imaginar variadas historias que presente el instructor o ser creadas por los propis niños. Así, un paseo al zoológico, una aventura en la selva, algunas fábulas, pueden servir de motivación a la clase. En ellas también se incluirán siempre los valores morales que hemos enunciado en los yamas y niyamas.
    Además, a través de lso trabajos respiratorios comienzan a tomar conciencia de la entrada y salida del aire, perciben el cuerpo, agudizan la capacidad de atención e interiorización y comienzan a controlar este proceso fundamental en la práctica del yoga.
    Beneficios:
    Practicando durante la infancia, el yoga estimula el crecimiento en salud, armonía, ayudando a mejorar la coordinación en el movimiento, la flexibilidad, la precisión del aparato locomotora, el equilibrio, y la capacidad respiratoriaa
    A nivel intelectual mejora la capacidad concentración, la atención y la memoria, en tanto que desarrolla todo el potencial infantil, que es rico y es mucho, de creatividad e imaginación. El Yoga promueve el conocimiento y la representación mental del propio cuerpo y ayuda eficazmente en la solución de alteraciones en la estructura espacial que aparecen cuando la lateralidad no está claramente definida en el niño.
    Es notable cómo a nivel emocional reduce la agresividad y la ansiedad, otorga autoconfianza, da equilibrio en las emociones y conciencia de la propia imagen.
    Al actuar sobre la mente y las emociones, el yoga resulta muy efectivo sobre algunas afecciones como el asma y los dolores de cabeza,; y como medio de estimulación y motivación se ha usado con éxito en el tratamiento de niños autistas y con síndrome de Down.
    En el aspecto espiritual, el yoga promueve en los niños de una manera empírica y no racional, el despertar de la conciencia y el reconocimiento de la chispa divina que está en el interior de cada ser y que es el origen del amor perfecto, de la sabiduría y la esencial unidad que nos abarca a todos por igual.
    La edad más indicada para comenzar es entre los cuatro y los siete años. La práctica debe ser regular y sistemática, siempre organizada a partir del juego y la experimentación. Así será divertida, variada, libre y sobre todo adaptada a las necesidades infantiles, dejando de lado la quietud clásica del yoga para reemplazarla por el movimiento consciente, por el equilibrio y el ritmo al compás de la música que puede ir acompañando todo el trabajo.

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